Ya no hay trigo en el Trigal.

Recientemente fue publicada en la prensa una nota en la que se informaba que el centro de acopio de productos agrícolas El trigal, había sido cerrado provisionalmente. Al parecer esta decisión responde al paquete de medidas que está obligado a tomar el gobierno, por mandato de la Asamblea Nacional del Poder Popular de su última sesión de diciembre de 2015, para tratar de aplicar correctivos a la desorganización que prevalece en toda la cadena de compra y venta de productos agrícolas, lo que repercute fatalmente en el bolsillo de Liborio.

Tarea, creo, nada fácil para el Minagri, Finanzas y el MEP que se encuentran como un boxeador prácticamente deshabilitado en un cuadrilátero, enfrentándose a un pujante y agresivo atleta que posee mañas y entrenamiento para derrotar al contrincante.

Para nadie es un secreto los problemas de todo tipo del ministerio de la Agricultura, que hasta la fecha tiene un palmarés poco reconocido en el abastecimiento de productos agrícolas a la población.

Estas drásticas medidas, como el cuento del que vendió el sofá…, ya las hemos vivido en otras ocasiones. Soy escéptico en cuanto a sus resultados, pero si de su aplicación se deriva que a los puestos llegue un boniato que no se haga el largo y una malanga que se deje follar… pues cerremos el trigal aunque nos quedemos sin espigas.